El verano me confunde, y entre vacaciones, trabajo, playa, niños, bodas y reformas, tengo el blog abandonado. Pero es que me resulta imposible cocinar de día, que es cuando tengo que hacer las fotos, y lo que cocino, rápido y a lo loco, lo hago de noche, y de noche no salen las fotos. Pero prometo intentar organizarme.
De momento nos vamos a Francia, al Medoc, ya mismo, ¿no? ¿Os pasa como a mí, veis las fotos de un hotel precioso y decidís organizar unas vacaciones enteras sólo por ir a ese sitio? Yo lo tengo decidido, y el verano que viene nos vamos a The Beachouse.
La historia de esta casa es muy interesante, tenéis aquí una entrevista con la dueña, en la que nos cuenta cómo, acuchillando el suelo, descubrió que su hotel había sido originalmente una construcción militar del ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial, una casita oficina a pie de playa.
Me tiene loca ese jardín con arena de playa y ese porche con el hule de cuadros, para sentarse por la tarde, con una copa de vino por delante, una barra de pan francés y un buen foie. Y mientras las niñas jugando con el cubo y la pala en la arena. El plan perfecto, ¿verdad?